Luego de que la Asamble General de las Naciones Unidas declaró, mediante la resolución A/RES/68/237, el Decenio Internacional de los Afrodescendientes, este Decenio llegará a su fin el 31 de diciembre de 2024. Si bien durante el Decenio se ha avanzado en el impulsar políticas públicas y proyectos de ley para el avance y desarrollo integral de las personas afrodescendientes en Colombia y la región, aún quedan muchos desafíos por delante.
Según varias organizaciones regionales e internacionales, alrededor de 200 millones de afrodescendientes viven en las Américas. En América Latina, se estima que viven alrededor de 134 millones de personas afrodescendientes, lo que representa un 21 % del total de esta región. En 2018, el nivel de pobreza monetaria de la población afrodescendiente en seis países cuyas encuestas de hogares cuentan con desagregación étnico-racial superaba el de la población no afrodescendiente en paisajes como el Brasil, Colombia, el Ecuador, el Perú y el Uruguay.
En materia de educación, uno de cada cinco niños afrodescendientes no completa la escuela primaria, el doble del promedio regional, y menos de dos tercios terminan el nivel secundario. Los datos de mortalidad infantil también son notables, aquella nos muestra que en países como Colombia, el Uruguay, Panamá y el Brasil la probabilidad de que un niño o niña afrodescendiente muera antes de cumplir 1 año es de 1,3 a 1,6 veces mayor que en el caso de los niños y niñas no afrodescendientes. Las grandes brechas en indicadores claves de salud y nutrición ponen en desventaja a niños, niñas y adolescentes afrodescendientes desde sus primeros años de vida.
En Colombia, los datos e indicadores sobre la forma en que viven las personas afrodescendientes también son alarmantes. Según la CEPAL ,el porcentaje de personas afrodescendientes con limitaciones en el acceso al agua potable es cinco veces superior al de las personas no afrodescendientes.
Sin desconocer los avances en materia de garantía y protección de derechos humanos, actualmente se lidera una solicitud de prórroga del Decenio Afrodescendientes ante las Naciones Unidas, pasando del 2014-2024 al 2025-2035.
Concluimos que si bien es necesario la ampliación de este Decenio, son realmente los Estados quienes en su jurisdicción interna pueden traducir esta Declaración en hechos reales y concretos. El verdadero Decenio se vive y se materializa no en las Naciones Unidas, sino en la casa y territorio natural de cada uno de los Estados.


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